El alumno que formamos debe tener ciertas competencias que le permitan desarrollarse eficazmente en el campo laboral.
Por una parte, esta formación requiere los conocimientos que se le entregan en el aula mas las practicas profesionales, en base a métodos didácticos, que en mi concepto deben ser mixtos, recogiendo lo mejor de la didáctica tradicional y lo mejor de didáctica moderna.
Pero, además, nuestros alumnos deben desarrollar otras competencias, no bastando el conocimiento técnico, como ya lo hemos señalado, se requiere una formación integral además de técnica, humanista y valórica, humanista en el sentido que comprenda la enseñanza de las humanidades( historia, sociología, filosofía, psicología), etc, por que como lo afirma el filosofo chileno Gastón Soublette “Si la crisis del mundo actual es una crisis de sentido como claramente se percibe, la educación superior tiene la palabra, preferentemente por la vía de sus humanidades, mas próximas al sentido que sus otras áreas de investigación y docencia. Las humanidades deberán pesar mas sobre las mentes de quienes manejan riqueza y tecnología en este país para llenar los vacíos de su formación humana que son verdaderamente alarmantes, pero a condición de que esas humanidades fueran concebidas y valoradas con mejores criterios que los actuales”( Cartas, El Mercurio, cuerpo A2, ed. 28-06-07), y valórica, en el sentido que existen valores universales, lo que el Dalai Lama sabiamente ha definido como la ética secular entendida como aquella que “envuelve principios éticos clásicos como la compasión, la tolerancia, un sentido de cuidado y consideración por los demás, y el uso responsable del conocimiento y del poder, principios que trascienden las barreras entre creyentes y los no creyentes, y entre los seguidores de esta religión o aquella”( Revista Uno Mismo , año 18, nº 195, marzo de 2006, Pág. 15).
Pero, además de estas competencias, que podríamos llamar comunes o genéricas, también debemos propiciar, en la medida de lo posible, que nuestros alumnos desarrollen también habilidades psicológicas, de desarrollo personal, en términos de psicología moderna, que también desarrollen la inteligencia emocional y la inteligencia asertiva, esta última entendida como “ un estilo de comunicación que permite expresar pensamientos, sentimientos y opiniones, en el momento oportuno, de manera desenvuelta, sin nerviosismo, respetándose a si mismo y a los otros” (Javiera Plaza, la Inteligencia asertiva, Revista Mujer, nro. 1286, Diario La Tercera, ed. 03-06-07), también competencias para liderar y
trabajar en equipo, trabajar en beneficio del colectivo: la empresa, el grupo, y la sociedad en general, competencias que deben formar parte del currículo, como lo afirma Patricia Greene, rectora de Babson Collage, prestigiosa Escuela de Negocios norteamericana, respecto de estas competencias, denominadas blandas, en su institución se trabaja
“ aspectos como el liderazgo y el mentoring. Tenemos un programa de coaching para formar líderes en donde miles de nuestros egresados son voluntarios para entrenar a los nuevos alumnos. Cada año les enseñan a desarrollar las habilidades de un líder. Así temas como el mentoring, liderar equipos, trabajar con otros, e incluso el Feed Back, entre ellos son parte del currículo” (Revista Que pasa, número 1889, edición 22 de junio de 2007, pág. 49).
El desarrollo de todas estas competencias, permitirán a nuestros alumnos alcanzar la madurez necesaria para desempeñase en el mundo laboral al cual deben enfrentarse después de su egreso, es decir, que, logren el ideal de la personalidad madura, la que , al decir del psicólogo Norteamericano Gordon Alport es aquella que “1) tiene una amplia extensión del sentido de si mismo; 2) Es capaz de establecer relaciones personales con otras personas, en la esfera íntima y en la esfera no íntima, 3) posee seguridad emocional fundamental y se acepta a si misma; 4) percibe, piensa y actúa con penetración y de acuerdo con la realidad exterior; 5) es capaz de verse objetivamente a si misma( de conocerse a si misma) y posee el sentido del humor; 6) vive en armonía con una filosofía unificadora de la vida”( Allport W. Gordon, La personalidad, su configuración y desarrollo, Editorial Herder, Sexta edición, 1977, pág. 366).
La dificultad radica, en este punto, en que, este ideal de madurez, a veces no se alcanza en la vida y tiene severas consecuencias personales y laborales, y por que no decirlo, muchas veces, nosotros mismos, ya como docentes o como alumnos, estamos mas cerca de la inmadurez que de la madurez personal, lo que se refleja por ejemplo, en el excesivo egoísmo, en la intolerancia a los demás, la falta de colaboración, la falta de disciplina, de espíritu de sacrificio, de incapacidad para resolver conflictos, el criticar ácidamente a los otros, no aceptar la distinta forma de ser o de pensar de los demás o de creernos dueños de la verdad, negarnos a compartir nuestros conocimientos o ser solidarios con nuestros compañeros, buscar mas el éxito personal que el éxito del equipo o del grupo; si nosotros como docentes no somos capaces de desarrollar tales habilidades y presentamos ese tipo de falencias , como podemos ser buenos maestros de nuestros alumnos.
Espero que la experiencia de esta magíster, en especial los conocimientos adquiridos y experiencias vividas en clases y las reflexiones contenidas en los edublog, nos permitan recapacitar en aquello que estemos fallando, y que en nuestras futuras clases, apliquemos lo aprendido, mejoremos nuestros métodos de enseñanza y modifiquemos algunos nuestros hábitos, lo que en definitiva permitirá dar una formación de mejor calidad a nuestros alumnos.
Lo anteriormente expuesto ¿ será posible de lograr o solo quedará en el campo ideal no alcanzable en la realidad?
ANGELA ASTUDILLO A.
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1 comentario:
Angela:
Que buena maenra de terminar tus comentarios en este edublog. Me parece muy interesante lo que has planteado sobretodo porque contiene una buena cuota de autocrítica tan necesaria en estos tiempos en que predomina más la crítica.
Sólo me gustaría parafrasear a Ander-Egg (2006) que ha escrito mucho sobre educación. El plantea que un profesor debe tener las 3 "C":
Competencia: es decir, un gran dominio de lo que enseña.
Coherencia entre el decir y el hacer
Compromiso: profesional vocacionalmente comprometido con lo que hace.
A estas yo le agrego 2 más:
Capacidad de autocrítica: para darse cuenta cuando no lo está haciendo bien y para aceptar constructivamente la crítica.
Capacidad de empatía: para estar siempre consederando al otro en su labor cotidiana.
Cumplir con estas 5 condiciones no es nada fácil, pero al menos considero importante que mis estudiantes, que se preparan para ser profesores sepan lo que se espera de ellos y lo que hará la diferencia.
Finalmente, agradezco tus comentarios en este espacio de reflexión que se ha construido a propósito del curso y te insto a seguir preocupada de mejorar tu práctica de la docencia aunque no seas profesora de profesión. Esto hará que tus alumnos sean los primeros en notar la diferencia entre tener clases con una enfermera que sabe mucho y tener clases con una enfermera que sabe mucho pero además sabe como enseñar.
saludos cordiales y los mejores deseos de éxito y superación personal,
María Teresa Castañeda
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